Sinopsis:
«Las cosas simples son las más extraordinarias y sólo los sabios consiguen verlas», según Paulo Coelho. El agua contenida en recipientes cerámicos se enfría gracias al efecto térmico que se produce al evaporarse a través de sus poros. Dos profesores de Química de la Universidad Politécnica de Madrid, desarrollaron un modelo matemático para descifrar la capacidad refrigeradora de los botijos: «Descubrimos que esta obra magna de ingeniería rudimentaria no es un artefacto simple».
Por mi parte, también he realizado una búsqueda compleja sobre el «Fútbol simple». Ya Cruyff nos dejó su impronta: «Jugar al fútbol es muy sencillo, pero jugar un fútbol sencillo es la cosa más difícil que hay». El gol no tiene cánones concretos de cómo conseguirlo, unas veces será de jugada en paredes, otras de regates dentro del área, las menos de remates a la primera. Si viene al caso, el fútbol simple también permitirá goles de puntera… Joaquín Diloldan en «Genios del Fútbol» se regodea: «Quizás podamos reconciliar lo popular con lo complejo, esa es la esencia del fútbol. Un deporte fácil de ver y sencillo de entender pero que encierra complejidades insospechadas y cierta magia imprevisible». Eric Hoffer, «No es nada sencillo entender lo simple». Aunque Di Stéfano sí fue clarividente: «Cuando llegué al Madrid, había que jugar con el ariete en punta. A mí no me gustaba porque a veces no hay jugadores para eso. Porque aquí cuando los defensas marcaban al delantero centro lo marcaban a muerte. Uno encima y el otro a la espera». (…) «Alrededor del fútbol se exagera todo… Ahora se habla mucho. Hay mucha poesía, mucha novela…Para la táctica lo único que necesitas es tener a tres o cuatro tíos dentro del campo que sepan lo que es un equipo».
«No se equivoquen: la sencillez sólo se logra a través del trabajo duro», según Clarice Lispector. Mientras, Mario Benedetti confirma que «Cuando uno es sencillo (en su habla, en sus actos, incluso en su poesía) corre el incómodo riesgo de ser tomado por tonto». Y Brancusi remató: «La simplicidad es la complejidad resuelta». Casi como se consigue el agua fresca de un botijo…
Por mi parte, también he realizado una búsqueda compleja sobre el «Fútbol simple». Ya Cruyff nos dejó su impronta: «Jugar al fútbol es muy sencillo, pero jugar un fútbol sencillo es la cosa más difícil que hay». El gol no tiene cánones concretos de cómo conseguirlo, unas veces será de jugada en paredes, otras de regates dentro del área, las menos de remates a la primera. Si viene al caso, el fútbol simple también permitirá goles de puntera… Joaquín Diloldan en «Genios del Fútbol» se regodea: «Quizás podamos reconciliar lo popular con lo complejo, esa es la esencia del fútbol. Un deporte fácil de ver y sencillo de entender pero que encierra complejidades insospechadas y cierta magia imprevisible». Eric Hoffer, «No es nada sencillo entender lo simple». Aunque Di Stéfano sí fue clarividente: «Cuando llegué al Madrid, había que jugar con el ariete en punta. A mí no me gustaba porque a veces no hay jugadores para eso. Porque aquí cuando los defensas marcaban al delantero centro lo marcaban a muerte. Uno encima y el otro a la espera». (…) «Alrededor del fútbol se exagera todo… Ahora se habla mucho. Hay mucha poesía, mucha novela…Para la táctica lo único que necesitas es tener a tres o cuatro tíos dentro del campo que sepan lo que es un equipo».
«No se equivoquen: la sencillez sólo se logra a través del trabajo duro», según Clarice Lispector. Mientras, Mario Benedetti confirma que «Cuando uno es sencillo (en su habla, en sus actos, incluso en su poesía) corre el incómodo riesgo de ser tomado por tonto». Y Brancusi remató: «La simplicidad es la complejidad resuelta». Casi como se consigue el agua fresca de un botijo…
Comprar:
EditorialLibreria deportiva
Casa del libro
Fnac
El corte inglés
Amazon
No hay comentarios:
Publicar un comentario