Resumen:
Escribir sobre figuras del deporte que impactan nuestra urdimbre sociocultural comprende el desafío de abordar la adecuada forma literaria que encuentra, en un cruce de caminos, al ejercicio de cronista deportivo con el de narrador periodístico que se propone testimoniar el signo de un tiempo. Es la búsqueda de un compromiso intelectual superador, que no se conforma con relegar el oficio al mero confín de una sección deportiva que transmita, tan solo, sucesos y resultados de determinada disciplina.
El auténtico hallazgo periodístico no cesa en su premisa de descubrir, cultivar y constituir una mirada crítica que contemple las coordenadas sociales, políticas, históricas y culturales que producen y exceden al fenómeno deportivo. A lo largo del siglo XX, este ha cautivado, asombrado y elevado las almas de fervorosos fans. Ávidos consumidores de tales prácticas han sido, en su identificación con las mismas, testigos de la transformación de ciertos atletas emblema como paradigmas masivos dignos de análisis pormenorizados.
Muhammad Ali, Michael Jordan, Jack Johnson, Bill Russell, Kobe Bryant, Wilt Chamberlain, Sugar Ray Robinson, Joe Louis, Julius Erving, Magic Johnson, LeBron James, Archie Moore, Oscar Robertson, Kareem Abdul-Jabbar y una plétora de luminarias que brillan en nuestro firmamento, ilustran las páginas de este libro. La enseñanza dejada por tales imprescindibles nombres propios del deporte afroamericano nos convida la maravillosa revelación que excede toda barrera idiomática, racial, política o generacional: usar nuestra imaginación para soñar en grande implica superar obstáculos que validen la lucha en sí misma, magnificando el precio de nuestra conquista cuando los frutos obtenidos son de dificultoso acceso.
La injerencia del escritor, como ese puente imprescindible e indestructible que vivencia, atraviesa y comunica tamañas hazañas deportivas, sabrá colocar con justas palabras semejante valor trascendental, vinculándolas al vibrante tejido social al que pertenecen. La dedicación extrema y la superación constante, puestas en función de perfeccionar el talento innato, implican ese grado de distinción al que acceden los pocos elegidos pertenecientes a la élite de su clase. Dueñas de un poderoso matiz revelador, en “Hombres, mitos y leyendas: Iconos Afroamericanos del deporte” cobran pulso, virtud y vida una serie de historias con nombre propio.
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