Sinopsis:
"El fútbol es tremendamente sencillo. En el fondo, continúa siendo un juego de niños". Arsenio Iglesias siempre ha huido de los arabescos dialécticos y de las sesudas explicaciones tácticas. Para el ex entrenador del Deportivo, el fútbol se reduce a cuatro cosas básicas: "la pelota, el chut, el regate, el desmarque... ". Sus reflexiones sobre este deporte y la historia de una carrera futbolística que ha durado medio siglo están contenidas en el libro editado por EL PAÍS-Aguilar Arsenio, El fútbol de El Brujo, del periodista Xosé Hermida.
El caso de Arsenio, a punto de cumplir los 65 años, ahora jubilado y dedicado a labores de comentarista en TVE, es único en el fútbol español. Ningún otro entrenador de su generación resistió en el banquillo hasta más allá de los 60 años, la época en que curiosamente le llegaron sus más grandes éxitos, sobre todo la Copa del Rey que logró con el Deportivo el pasado junio. Debutó como futbolista en 1951, en una época en la que jugaban Zarra, Gaínza o Ramallets. A este último, portero del Barcelona, le marcó un gol en su primer partido con la camiseta deportivista. La leyenda asegura que Arsenio pidió disculpas por ello al guardameta catalán -"perdón, señor Ramallets"- aunque O Bruxo de Arteixo mantiene que fue una invención de sus compañeros. Estuvo en una ocasión convocado para la selección nacional y el Real Madrid quiso ficharle, pero no hubo acuerdo económico con el Deportivo. Desde 1951 hasta hace unos meses, nunca permaneció más de un año alejado del fútbol. Se hizo entrenador en 1968 y sólo una vez fue destituido.
En el libro, el técnico gallego evoca su época de jugador 11 cuando apenas había tiempo para entrenarse porque en algunos desplazamientos se empleaban hasta cuatro días". También se refiere a sus maestros futbolísticos, el técnico argentino Helenio Herrera, el paraguayo Heriberto Herrera y el húngaro Janos Kalmar, que había dirigido al Honved de Budapest, uno de los mejores equipos de la historia. Sin embargo, Arsenio huye de la nostalgia y sostiene que el fútbol de hoy es mucho mejor que el de hace 50 años. "Antes se jugaba por parcelas y todo estaba supeditado a la capacidad individual", señala, "ahora los equipos están más armados, hay más disputa y más velocidad".
Arsenio Iglesias reconoce su añoranza del fútbol e incluso confiesa que le será muy difícil resistir la tentación de volver a los banquillos. "Pero hago ejercicio mental", precisa, "para decirme a mi mismo que mi camino ya es otro. No creo que vuelva al fútbol. Siempre estaré al servicio del Deportivo, pero las circunstancias ahora son dificilísimas para mi.
El caso de Arsenio, a punto de cumplir los 65 años, ahora jubilado y dedicado a labores de comentarista en TVE, es único en el fútbol español. Ningún otro entrenador de su generación resistió en el banquillo hasta más allá de los 60 años, la época en que curiosamente le llegaron sus más grandes éxitos, sobre todo la Copa del Rey que logró con el Deportivo el pasado junio. Debutó como futbolista en 1951, en una época en la que jugaban Zarra, Gaínza o Ramallets. A este último, portero del Barcelona, le marcó un gol en su primer partido con la camiseta deportivista. La leyenda asegura que Arsenio pidió disculpas por ello al guardameta catalán -"perdón, señor Ramallets"- aunque O Bruxo de Arteixo mantiene que fue una invención de sus compañeros. Estuvo en una ocasión convocado para la selección nacional y el Real Madrid quiso ficharle, pero no hubo acuerdo económico con el Deportivo. Desde 1951 hasta hace unos meses, nunca permaneció más de un año alejado del fútbol. Se hizo entrenador en 1968 y sólo una vez fue destituido.
En el libro, el técnico gallego evoca su época de jugador 11 cuando apenas había tiempo para entrenarse porque en algunos desplazamientos se empleaban hasta cuatro días". También se refiere a sus maestros futbolísticos, el técnico argentino Helenio Herrera, el paraguayo Heriberto Herrera y el húngaro Janos Kalmar, que había dirigido al Honved de Budapest, uno de los mejores equipos de la historia. Sin embargo, Arsenio huye de la nostalgia y sostiene que el fútbol de hoy es mucho mejor que el de hace 50 años. "Antes se jugaba por parcelas y todo estaba supeditado a la capacidad individual", señala, "ahora los equipos están más armados, hay más disputa y más velocidad".
Arsenio Iglesias reconoce su añoranza del fútbol e incluso confiesa que le será muy difícil resistir la tentación de volver a los banquillos. "Pero hago ejercicio mental", precisa, "para decirme a mi mismo que mi camino ya es otro. No creo que vuelva al fútbol. Siempre estaré al servicio del Deportivo, pero las circunstancias ahora son dificilísimas para mi.
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