Reseña:
El fútbol femenino es una cuestión de Estado en España. Las jugadoras ocupan destacados espacios en los medios, pero las gradas siguen vacías. El histórico triunfo logrado en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda quedó opacado por el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. Las polémicas se suceden, a pesar de que la Selección Española es la más temida del panorama internacional. El Gobierno insufla dinero público a una Liga F que acumula pérdidas millonarias. Esta inversión sigue siendo insuficiente para FutPro, el sindicato que ha agitado el fútbol femenino español.
Futbolistas como Vero Boquete ya denunciaron al exseleccionador Ignacio Quereda, como hiciesen años después sus sucesoras con Jorge Vilda, con la renuncia de «las 15». El sindicato que preside Amanda Gutiérrez gestó el movimiento #SeAcabó, gracias a sus relaciones con entidades como la ONU.
El Gobierno está destinando subvenciones millonarias, con cargo a los fondos europeos para activar La Liga F. El Fútbol Club Barcelona de Alexia Putellas y Aitana Bonmatí encadena goleadas, que encandilan a una prensa que toma parte en la batalla entre los diferentes estamentos del fútbol español.
Futbolistas como Vero Boquete ya denunciaron al exseleccionador Ignacio Quereda, como hiciesen años después sus sucesoras con Jorge Vilda, con la renuncia de «las 15». El sindicato que preside Amanda Gutiérrez gestó el movimiento #SeAcabó, gracias a sus relaciones con entidades como la ONU.
El Gobierno está destinando subvenciones millonarias, con cargo a los fondos europeos para activar La Liga F. El Fútbol Club Barcelona de Alexia Putellas y Aitana Bonmatí encadena goleadas, que encandilan a una prensa que toma parte en la batalla entre los diferentes estamentos del fútbol español.
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